Asamblea de principio de curso 2002-2003

El 14 de setiembre pasado nos reunimos en El Trozo (Náquera) para celebrar nuestra asamblea de principio del curso 2002-2003. Comenzamos por la oración:

 

Bello es el rostro de la luz, abierto
sobre el silencio de la tierra; bello
hasta cansar mi corazón, Dios mío.
Un pájaro remueve la espesura
y luego, lento, en el azul se eleva,
y el canto le sostiene y pacifica.

Así mi voluntad, así mis ojos
se levantan a ti; dáme temprano
la potestad de comprender el día.
Despiértame, Señor, cada mañana,
hasta que aprenda a amanecer, Dios mío,
en la gran luz de la misericordia. Amén.


Para este curso que comienza, en algunos equipos se propuso trabajar en torno a una lectura más o menos guiada de la Biblia. Unos empezarán por los profetas (Amós, Jeremías...); otros parece que prefieren deambular por el Nuevo Testamento (Lucas, cartas de Pablo...)

La bibliografía para preparar las reuniones en torno a los profetas es la siguiente:

 

1.- Francesc Ramis Darder, Ha hablado el Dios de la vida. Itinerario de la vida cristiana a la luz de los profetas, Ed. Verbo Divino, Navarra, 2002.

2.- Ha hablado el Dios de la vida. Guía para una lectura comunitaria de los profetas del Antiguo testamento. Ed. Verbo Divino. Navarra, 2002.

Perfilamos el seminario de este año que tratará sobre las alternativas a los problemas actuales: acerca del sentido y los valores, la pobreza-exclusión social (desde un punto de vista más complejo que las simples estadísticas de los indicadores económicos), cuestiones de ciencia y ética, tecnologías, libertad-seguridad, la racionalidad económica como único referente, la comunicación.... Se trata de un asunto muy amplio que se hará más concreto cuando tengamos la programación definitiva. Insistimos en la necesidad de cuidar la asistencia. La reunión para preparar el seminario es el día 10 de octubre.

Juan José propone un viaje hacia la Capadocia... Sería en la semana de Pascua del 2003. Ja vorem...

Antes de comer celebramos la Eucaristía. La monición de entrada: Si algo tiene sentido y nos da esperanza es que el mundo no depende sólo de la acción de cada uno de nosotros, y que "gente pequeña, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo". Somos una comunidad de creyentes, seguidores de Jesús, y nuestras vidas se intercomunican a través de él. Compartimos origen y destino, y nada de lo humano nos es ajeno. Conscientes de todo ello, celebremos juntos el Sacramento de la comunión con la iglesia y con la humanidad entera.

 
 

Celebramos los cien años de Julia y Carmen (cincuenta cada una). Nos invitaron a cosas muy ricas y sabrosas.

 

Ahora, más fotografías del día tan completo que pasamos, fuimos unos cuarenta, contando niños... y echamos de menos a los que faltásteis.