¿Por qué y cómo estar en lo colectivo?
En los últimos años hemos ido incorporando en nuestra reflexión la importancia de estar abiertos a participar y crear espacios colectivos, tanto como ciudadanos como profesionales, para dar respuesta a las necesidades que plantea la humanización de nuestro mundo.
Durante este curso hemos estado trabajando con el lema “¿por qué y cómo estar en lo colectivo?”. Nos proponíamos analizar y descubrir las oportunidades de compromiso colectivo que existen a nuestro alrededor e iluminar desde el Evangelio nuestras motivaciones personales para asumir este compromiso. Durante la sesión de estudios nos ha acompañado Nacho Celaya para ofrecernos claves en torno a estas preguntas.
Apostamos por una forma de mirar el mundo como una mesa común donde cabemos todos. Por ello, el concretar nuestro compromiso en los espacios colectivos rompe la dinámica de la ética voluntarista que no lleva a nada, es tiempo de profetas y no de mensajeros. Nuestra presencia en dichos espacios debe ser constructiva, logrando un equilibrio entre crítica y propuesta. Estamos en un momento en el que las mediaciones (sindicatos, colegios profesionales,…) no tienen mucho prestigio. Sin embargo, son necesarias porque de no existir, habría que inventarlas, si no, siempre gana el sistema.
A pesar del cambio de época que estamos viviendo, es tiempo de esperanza. Lo importante no es dónde estemos participando, sino plantearnos nuestras motivaciones respondiendo al
- Por qué:
- Lo esencial para el creyente es construir el Reino de Dios aquí, estamos llamados a ser Buena Noticia para los más pobres y comprometernos en el bien común. Estamos convencidos de que otro mundo tiene que ser posible.
- Nuestro lugar natural como laicos, es el mundo.
- Desde dónde :
- Los valores del Reino: compasión, coherencia, gratuidad, dignidad, diversidad,… nos motivan a encargarnos de la realidad.
- La ética de la responsabilidad frente a la ética de las convicciones nos hace bajar al barro, a los espacios de deliberación, aportando nuestro saber y nuestros valores, generando diálogo y acuerdos.
- Cómo:
- Trabajando en red, es importante aglutinar cómplices del cambio. No hay soluciones individuales, debemos utilizar la inteligencia colectiva para todo. aminar en grupo, acompañando los procesos personales.
- Fidelidad frente a eficacia, ser corredor de fondo, dotarnos de piel de elefante.
- Trabajar con calidad.
- Vivir felices, una felicidad madura.
- Sólo se cambia el mundo desde la esperanza.
Profundizando en nuestra experiencia de fe, descubrimos que son importantes nuestros sueños para el mundo pero es más importante lo que Dios sueña para mi y para el mundo. Necesitamos una fe madura, la razón de nuestra esperanza es Dios y nos llama a unificar nuestra existencia: trabajo, ocio, ciudadanía. Es importante el encuentro con Dios porque nos lleva a tener actitudes de fortaleza, gratuidad, permanencia, purificar nuestras motivaciones,….
Ante todo esto que descubrimos, nos sentimos llamados:
– Al discernimiento desde las siguientes claves:
- ¿Cuál es mi pasión?
- ¿Cuáles son mis carismas?
- ¿Qué me pide Dios?
- ¿Cuál es mi momento vital?
– A la disponibilidad, la necesidad de implicarse, bajar a la realidad del barro. Trabajar con inteligencia colectiva, la verdad no está en uno sino que se construye entre todos.
– A la permanencia con tranquilidad y serenidad. No estar/ser tristes. Mostrarnos ante los demás como gente feliz y como gente de esperanza.
– A trasladar al grupo de revisión de vida los gozos y las sombras de nuestro compromiso en los espacios colectivos, dejarnos acompañar y acompañar al resto. Esto nos ayuda a hacer lectura creyente de nuestra experiencia.
– A narrar y compartir desde la esperanza lo que vivimos nos ayuda a ser más consciente de nuestra experiencia y puede iluminar a otros.
– A seguir trabajando dialécticas y tensiones entre:
- Lo personal frente a lo colectivo.
- Las personas frente a la estructura.
- Lo de dentro frente a lo de fuera de la Iglesia.
- Lo individual o lo de la calle frente a lo institucional.
Profesionales Cristianos. Pozuelo, 1-3 de junio de 2012
