Profesionales Cristianos: cuestionario para el juzgar

Queridos tod@s,
Esperamos que estéis bien, tanto vosotros como los demás militantes.
Una vez revisada en el Ver nuestra historia de encuentro con Dios, adjunto os remitimos los cuestionarios para el Juzgar sobre la Palabra y la Eucaristía, pensando ya en un posible Actuar. Pepe nos ha preparado una serie de textos bíblicos y unas reflexiones, que también se adjuntan, para que nos iluminen en esta tarea.   Quedarían pendientes dos textos de Donaciano Martínez que os haremos llegar en cuanto estén preparados.
Un abrazo fuerte a tod@s.
Equipo Permanente. Rosa María Reynés

CUESTIONARIOS PARA EL JUZGAR

1ª- AMBITO DE LA PALABRA

JUZGAR
— Seleccionar los documentos a trabajar y poner en común en el grupo; al menos el texto de Llum “La Espiritualidad Militante” y el de Donaciano “Espiritualidad en la Acción”
— Aportaciones más importantes que has encontrado en el documento; cuestiones que no entiendes o no compartes. Resalta las más interesantes.
— Desde el estudio de los textos ¿Has encontrado medios que te ayuden a orar desde la vida?
— ¿Cómo alimentas la actitud contemplativa?
— ¿Cómo oraba Jesús? ¿Cómo nos invita a orar Jesús?
— ¿A qué te sientes llamado? ¿Qué tienes que cuidar en la oración?

ACTUAR
— ¿Qué compromiso adquieres al final del proceso? ¿Qué hay que cuidar en el grupo y el Movimiento?

2ª.- AMBITO DE LA EUCARISTIA

JUZGAR
— Trabajar personalmente y poner en común en el grupo los dos documentos propuestos: “Eucaristía” ponencia de Llum en la Asamblea y el texto de Donaciano Martínez “Cenar con el Señor en el Camino de la Vida”.
— ¿Qué novedades te han descubierto sobre la Eucaristía?  Señala las más importantes para el Movimiento, para el grupo, para ti personalmente ¿Has tenido dificultad en la lectura?
— ¿A qué cambio de actitud te llaman los textos? ¿Qué experiencia te invitan a vivir? ¿Qué aportaciones para el Movimiento?

ACTUAR
— ¿A qué compromiso concreto me lleva personalmente, en el grupo y en el Movimiento?

TEXTOS BIBLICOS PARA EL JUZGAR
1º.- “UN DIA EN CAFARNAÚM”   (Marcos 1,21-39)

Es un texto que describe al detalle una jornada completa de Jesús; no se refiere únicamente al primer día de su ministerio, sino que quiere darnos a entender cómo era la agenda diaria de Jesús. Y muestra sobre todo cómo Jesús sabe armonizar los distintos aspectos de su vida  humana.

Cuatro puntos cardinales están delineados en este primer día del ministerio de Jesús:

— EN LA SINAGOGA: (Marcos 1,21-28)

Comienza la jornada en la Sinagoga-“La casa de la Asamblea”, donde cada semana acudía el pueblo a meditar los grandes acontecimientos que habían tejido la historia de la salvación, escuchando la Palabra; la sinagoga era el lugar donde se encontraban los sagrados rollos que contenían la Ley, los Escritos y los Profetas

La Palabra representa para Jesús el lugar privilegiado donde encuentra  lo que representa Dios para su ser  y quehacer en el mundo. Marcos repite dos veces que Jesús enseñaba, pero nunca precisa el contenido de su mensaje, porque para él lo más importante no es lo que Jesús dice (como en el paralelo de Mateo) sino lo que el Mesías hace. Él es la Palabra hecha carne. Jesús es Buena Noticia y la hace realidad en la curación del poseído del demonio. No condena, sencillamente libera.

¿En qué consiste su diferencia con los escribas y fariseos? En primer lugar porque expone “su doctrina” con autoridad, signos y prodigios son signo de su mensaje. En segundo, él sí vive lo que predica, a diferencia de los fariseos, que imponen pesadas cargas a las espaldas de sus discípulos, pero ellos no las sobrellevan ni con un dedo de su mano.

— EN LA CASA DE SUS AMIGOS: (Marcos 1,29-31).

Jesús sale de la sinagoga y fue con Santiago y Juan a casa de Simón y de Andrés. Va a la casa de unos amigos en compañía de otros. Jesús al igual que meditaba los grandes acontecimientos de la Salvación en los Escritos y los profetas en la sinagoga, leía la historia de la Salvación en el corazón de sus amigos íntimos. Tan importante como era estar en la sinagoga con la gente que acudía, como el clima de confianza e intimidad con sus más allegados. El estar con ellos, era una de sus prioridades. No era una pérdida de tiempo, sino acercarse a la fuente de la amistad. No hubo un día en la vida de Jesús en el que él no tuviera tiempo para sus amigos más cercanos.

En la casa la suegra de Simón está enferma. Jesús se acercó, y tomándola de la mano, la levantó. La narración es de una simplicidad extrema, no hay nada de espectacularidad. Pero como todo gesto lleva en sí una carga simbólica perenne: las dos palabras centrales de la narración (“la levantó… y se puso a servirles”) revelan que el poder de Jesús levanta al hombre, a todo hombre, para encaminarle sobre el sendero del servicio, que es el sendero de todo discípulo (Marcos, 9,33-37; 10,35-45).

— EN LA PUERTA: (Marcos 1,32-34)

Por la tarde Jesús se dirige a la puerta de la ciudad, donde se sentaban los ancianos y los jefes de familia para dirimir toda disputa  (Deuteronomio 21,19; 22,15). Allí se impartía la justicia (Zacarías 8.16) y se realizaban los contratos comerciales (Génesis 23,10). El evangelio no se limitaba a los cuatro muros de la sinagoga, ni a la intimidad de la familia o los amigos; debe transformar la sociedad. Jesús no encerró la Buena Noticia en una estructura, y mucho menos a un local, sino que él mismo se hizo presente en las relaciones más comunes de los hombres.

Jesús curó a muchos… y expulsó muchos demonios…. Se supone que en el mundo de los negocios y la vida comercial, están los mejor dotados y preparados, por lo que deducimos que Jesús curó de otro tipo de dolencias: las enfermedades del medio político y comercial: la injusticia, la rapiña, el soborno y la calumnia. Por otro lado, expulsa a los demonios que suplantan a Dios en los comercios y la economía: el dios dinero. Libera al hombre de la codicia que es el origen de todos los males.

— EN EL DESIERTO: (Marcos 1,35-39)

“Muy de madrugada, antes de amanecer, se levantó, salió, se fue a un lugar solitario y allí se puso a orar”

Un hombre de tanto trato con el mundo, con tanta popularidad, necesitaba de la intimidad consigo mismo. De otra manera, se desgastaría y se vaciaría. Debía encontrarse cada día con el misterio de su propio ser: el Verbo encarnado, Dios reducido a los parámetros de  las limitaciones humanas. Por su naturaleza humana, ante el continuo contacto con el dolor y la miseria de los hombres podía caer en el pesimismo o mareado por la fama sucumbir ante el camino de gloria.

Era Dios sin dejar de ser verdadero hombre, sometido a las tentaciones. No se puede anular ninguna parte de este binomio indivisible. Ni la amargura por el dolor, donde se pierde la esperanza, ni el camino fácil de convertir las piedras en pan. El equilibrio sólo se podía obtener mediante una continua y permanente oración. En este silencio enmudecen los gritos de los sentidos, se encuentra al mismo tiempo con su Padre. Jesús ha estado con la gente religiosa en la sinagoga, con sus amigos en la casa de Pedro y con todo el mundo en la puerta de la ciudad, ahora va al santuario de su propio ser, donde se encuentra con el Padre que le ha enviado y le ama como al hijo de sus complacencias.

Cada día el Maestro reservaba un período de tiempo, especialmente durante las noches, para la intimidad con el Padre. Se podrían omitir otros puntos de la agenda, pero nunca dejar la oración. Era allí donde se alimentaba para amar sin límites y ser capaz de dar la prueba máxima del amor. En la comunión con su ABBA, se fortificaba para subir la cuesta de la misión confiada.

He aquí el secreto de la fecundidad y eficacia de su ministerio. Si comunicaba a los demás la Buena Noticia del amor de Dios, era porque él continuamente lo experimentaba. En ese silencio se gestaba la Palabra que siendo viva y eficaz, es capaz de transformar los corazones y cambiar el mundo.

“Simón y sus compañeros fueron en su busca. Al encontrarle, le dicen: todos te buscan. Jesús contestó: Vamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para predicar también allí, pues para esto he salido”

Soledad y oración están en la agenda de sus compromisos. Más aún, aquí culmina su actividad en favor de la muchedumbre y de aquí arrancará de nuevo. La oración es para Jesús culmen y fuente de acción.

Es a la vez motivo de búsqueda, “todos te buscan”. El místico será siempre el hombre buscado. La gente sabe que ésta es un persona que puede ocuparse de sus cosas por estar ocupado precisamente en las cosas de Dios.

Así la oración no le aparta de los demás, al contario lo lanza hasta los más apartados y le capacita para quitar toda barrera y límite a su misión. Así interpretan algunos exégetas el “para esto he salido”, como si quisiera decir si me he apartado de la multitud y de todo el mundo para venir a esta soledad, ha sido para ser capaz de llegar a muchos más. Jesús prefiere no detenerse, sino traspasar las fronteras y llegar hasta los confines del mundo.

“Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas, y expulsando demonios”  

Si Jesús había comenzado “su día” en la sinagoga de Cafarnaúm, cierra el ciclo en las sinagogas de Galilea. Otra vez  va a comenzar el mismo programa…. Jesús es el Maestro que enseña una nueva doctrina, pero no con palabras grandilocuentes y grandes discurso, sino con su propia vida. Es más, en estos pasajes casi ni abre la boca, porque su estilo de vida es ya elocuente. Su persona es su enseñanza, Él es el mensaje. Basta observar un día de su vida para encontrar sus opciones preferenciales:

-La Sinagoga, con el Pueblo de Dios, donde escucha y hace vida y eficacia salvífica la Palabra de Dios.

-La casa de sus amigos, donde restablece a la persona más necesitada y la capacita para “el servicio”

-La Puerta, donde se administra la justicia y se sana de la injusticia.

-El desierto, donde se encuentra consigo y con el Padre, para   fortalecerse en su misión evangelizadora.

2º.-LA ORACION EN EL EVANGELIO DE LUCAS

Dante Algheiri definía a san Lucas como el “evangelista de la ternura de Dios”. Al hablarnos de Jesús, Lucas, nos lo presenta con el rostro de la ternura y la misericordia de Dios. Pues bien, la oración de Jesús constituye uno de los temas más queridos de la catequesis sinóptica y ha sido uno de los temas preferidos de Lucas por encima de Mateo y Marcos. Así ha sido calificado con toda razón como “el evangelista de la oración”

a) El testimonio de la oración frecuente:

-Si el punto de partida de la misión de Jesús comienza con una intensa oración (Lucas 3,21), su meta de llegada concluye del mismo modo: entregando su Espíritu al Padre en un emocionado y único momento oracional (Lucas 23,46). Ha sido el evangelista que más ha resaltado la oración de Jesús en los acontecimientos centrales de su vida: ora en el Bautismo (Lucas 3,21); antes de elegir a los Doce (Lucas 6,12-13); antes de la confesión de Pedro en Galilea (Lucas 9,16); en la transfiguración (Lucas 9, 28), y, de un modo especial, cuando empieza la Pasión (Lucas 22,39), e incluso en el suplicio de la cruz (Lucas 23,33ss).

-Del mismo modo,  Jesús ora al Padre, al realizar los milagros, que son signos de la irrupción del reino. Lo hace después de la curación de un leproso y de otras enfermedades (Lucas 5,16), y antes de la curación del paralítico, después de la resurrección del hijo de la viuda de Naín, junto con la gente (Lucas 7,16), en la multiplicación de los panes y los peces (Lucas 9,16). Deducimos que Jesús oraba siempre en el corazón mismo de la misión confiad, consistente en dar vida y trasmitir esperanza. Su afán evangelizador empezaba, se desarrollaba y concluía en diálogo con su Padre. “En la oración hace trasparente la misión, en la misión brilla la oración del místico, que siempre llega a la  hondura de la vida”.

b) Oración pluridimensional: 

— Al comenzar la vida pública escudriña la Palabra de Dios en el libro del profeta Isaías, en la sinagoga de Nazaret (Lucas 4,16-21). Donde Jesús descubre su identidad y el programa de Jesús a lo largo d su vida. Se une así con frecuencia a la oración de su pueblo en los espacios tradicionales, ya hemos visto la sinagoga, también el templo (2,41), al que acude con sus discípulos (20,1). En Jerusalén celebra las principales fiestas del calendario judío con su familia (2,41), con los discípulos (22,40). Pasa las horas últimas de su vida con su círculo de amigos, compartiendo la solemnidad de la Pascua, tan vinculada a la celebración y la oración (22,14-20). Especial intensidad y dramatismo tiene su oración en Getsemaní, momentos antes de la Pasión (22,39)

— Desconocemos el modo concreto, cómo Jesús entablaba sus diálogos con el Padre. En general de pie, levantando los ojos (9,16), de rodillas (22,41) postrado rostro a tierra (Mt.26,39). Ora muy temprano (3,42), de noche (22,39). Tiene preferencia por los lugares solitarios (4,22 ;5,16). Con su familia (2,41) con los setenta y dos discípulos (10,21), con pequeño grupo de discípulos (9,28).

— En su oración tiene presente a las personas más cercanas a su proyecto de vida. Ora por Pedro (22, 32); -por los suyos (Juan 17,1), por los que creerán (Juan, 17,20),  por el mundo (Juan 17,21)- por los enemigos (Lucas 23,34), manda a los suyos que recen por los que los maldicen y calumnian ((6,28).

— Usa muy diversas formas de oración: el grito, cuando se encuentra en situaciones difíciles: Getsemaní.; la contemplación, la bendición y la acción de gracias (10,21-22), en momentos de especial gozo (10,21), la petición (11,2-4). Nunca la oración de perdón, reza como quien desconoce el pecado. De ahí que sus plegarías son de bendición (9,16), petición (22,32;22,42) y sobre todo de acción de gracias (10,21;22.17.19)

—  EN DEFINITIVA:  La oración pertenece de lleno a la vida de Jesús.: escucha a Dios, siente su presencia y lo guía en el cumplimiento de su voluntad. Porque ora logra su vida y confiere sentido a su existencia. No nos queda otro remedio que reconocer que Jesús profundiza en la oración, recreándola con un estilo y contenidos nuevos, hasta el punto que “jamás pecador, hombre piadoso o santo han orado como Jesús”.

3º.-JESÚS NOS ENSEÑA A ORAR: Padre Nuestro (Lucas 11,1-13; Mateo 6,9-15)

Los discípulos piden a Jesús que les enseñe a orar. Jesús responde a los suyos enseñándoles a llamar a Dios “ABBA”, como él mismo hacía. Invita a los suyos a vivir su misma experiencia, su peculiar relación con el Padre. Es la única ocasión que no distingue entre “mi” y “vuestro” Padre, sino que se une a cada uno de nosotros para decir Padre “nuestro:

-Se dirige a Dios con confianza filial: Padre. Jesús introduce un cambio profundo en la relación de las personas con Dios. Sustituye el temor por el amor y la verticalidad por la horizontalidad: ¡Dios es Padre!

-No se trata de una fórmula a repetir de memoria. El Padrenuestro es la expresión de una actitud, de un estilo de vida identificada con el proyecto de Dios. Resume la fe, la vida y la existencia volcada en la realización del reino de Dios, de un mundo diferente; confianza y compromiso.

-En la oración de Jesús encontramos la correcta relación entre Dios y nosotros, entre lo que esperamos y lo que vivimos, entre lo religiosos y lo político…. La primera parte hace referencia a la causa de Dios, la segunda parte concierne a la causa del hombre…. Dios no se interesa sólo de lo que es suyo-el nombre, el reinado- sino que se preocupa también de lo que es del hombre -el pan, el perdón, la tentación, el mal- Igualmente, el hombre no sólo tiene en cuenta lo que le preocupa para vivir, sino que se abre también a lo concerniente a Dios Padre…. En la oración de Jesús, la causa de Dios no es ajena a la causa del hombre, y la causa del hombre no es ajena a la causa de Dios.

-La realidad implicada en el Padrenuestro no se presenta de color de rosa, sino extremadamente conflictiva. En ella chocan el reinado de Dios y el poder del mal. Si nos fijamos bien, el Padrenuestro tiene que ver con todas las grandes cuestiones de la existencia personal y social del ser humano en todos los tiempos. El centro lo ocupa Dios  juntamente con el hombre necesitado. Es una hermosa lección: hay que ensanchar la mente y el corazón allende nuestro pequeño horizonte. Cuando la pasión por Dios se articula con la pasión por el hombre, la pasión por el cielo se une a la pasión por la tierra.

MEDITACION DEL PADRE NUESTRO – Diálogo ente Dios y Tú.  Colaboración Lady Picado.

TU: Padre Nuestro que estás en los cielos….
DIOS:  Sí…aquí estoy.

Por favor… no interrumpa, ¡estoy orando! 
Pero tú me llamaste!

¿Llamé? No llamé a nadie, estoy orando… Padre Nuestro, que estás en los cielos…
Ah!!! Eres tú nuevamente.

¿Cómo?
Me llamaste! Tu dijiste: Padre Nuestro que estás en los cielos. Estoy aquí. ¿En qué te puedo servir?

Pero no quise decir eso. Estoy orando. Oro el Padre Nuestro todos los días, me siento bien orando así. Es como cumplir con un deber. Y no me siento bien hasta cumplirlo.
Pero, ¿Cómo puedes decir Padre Nuestro, sin pensar que todos somos hermanos? ¿Cómo puedes decir que estás en los cielos si no sabes que el cielo es paz, que el cielo es amor a todos?

es que realmente, no había pensado en eso.
Pero prosigue tu oración

Santificado sea tu nombre….
Espera ahí! ¿Qué quieres decir con eso?

quiero decir….quiero decir, y.. lo que significa… ¿Cómo lo voy a saber? Es parte de la oración. Sólo eso!
Santificado significa digno de respeto, Santo, Sagrado.

Ahora entiendo. Pero nunca había pensado en el sentido del significado dela palabra SANTIFICADO. Venga a nosotros Tu Reino, hágase Tu Voluntad, así en la tierra como en el cielo…
¿Estás hablando en serio?

Claro!¿Por qué no?
¿Y qué haces tú para que eso suceda

¿Cómo que hago? ¡Nada! Es que es parte de la oración. Hablando de eso.. sería bueno que el Señor tuviera un control de todo lo que aconteciese en el cielo y en la tierra también.
¿Tengo control sobre ti?

Bueno… yo voy a la Iglesia!…
No fue eso lo que te pregunté! ¿Qué tal el modo en que tratas a tus hermanos, la forma en que gastas el dinero, el mucho tiempo que das a la televisión, las propagandas por las que corres detrás, y el poco tiempo que me dedicas a Mí?

Es cierto, tienes razón. Nunca acepto tu voluntad, pues reclamo de todo: Si mandas lluvia, pido sol. Si mandas sol me quejo del calor, si mandas frío, continuo reclamando, pido salud, pero no cuido de ella, dejo de alimentarme o como mucho.
Excelente que reconozcas todo eso. Vamos a trabajar juntos tú y yo. Vamos a tener victorias y derrotas. Me está gustando mucho tu nueva actitud.

Oye Señor, preciso terminar ahora, esta oración se está demorando mucho más de los acostumbrado. Continúo…. “el pan nuestro de cada día dánosle hoy”…
Para ahí! ¿Me estás pidiendo pan material?. No sólo de pan vive el hombre sino también de mi Palabra. Cuando me pidas el pan, acuérdate de aquellos que no tiene pan. Puedes pedirme lo que quieras, deja que me vea como Padre amoroso!. Estoy interesado en la última parte de tu oración. Continua..

“Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
¿Y tu hermano despreciado?

¿Ves? Oye Señor, él me criticó muchas veces y no era verdad lo que decía. Ahora no consigo perdonarlo. Necesito vengarme.
Pero, ¿Y tu oración? ¿qué quieres decir con tu oración? Tú me llamaste y estoy aquí. Quiero que salgas de aquí transformado; me gusta que seas honesto. Pero no es bueno cargar con el peso de la ira dentro de ti ¿Entiendes?

Entiendo que me sentiría mejor si me vengara.
No te vas a sentir peor. La venganza no es buena como parece. Piensa en la tristeza  que me causarías, piensa en u tristeza ahora. Yo puedo cambiar todo para ti. Basta que tú quieras.

¿Puedes? ¿Pero cómo?
Perdona a tu hermano, y te perdonaré a ti y te aliviaré.

Pero Señor, no puedo perdonarlo.
Entonces no me pidas perdón tampoco!

Estás acertado!. Pero sólo quería vengarme, quiero la paz Señor. Está bien, está bien: Perdono a todos, pero ayúdame, Señor!  Muéstrame el camino a seguir.
Esto que pides es maravilloso, estoy muy feliz contigo. Y tu… ¿Cómo te estás sintiendo?

¡Bien, muy bien! A decir verdad, nunca me había sentido así. Es muy bueno hablar con DIOS.
Ahora terminemos la oración. Prosigue

“No me dejes caer en la tentación y líbranos del mal”
Excelente, voy a hacer justamente eso, pero no me pongas en situaciones donde puedas ser tentado.

Y ahora ¿Qué quieres decir con eso?
Deja de andar en compañía de personas que te llevan a participar en cosas sucias, secretos. Abandona la maldad, el odio. Todo eso lleva al camino errado. No uses todo eso como salida de emergencia.

No te entiendo!
Claro que lo entiendes! Has hecho conmigo eso varias veces. Vas por el camino equivocado y luego corres a pedirme socorro.

Tengo mucha vergüenza. ¡Perdóname Señor!
¡Claro que te perdono! Siempre perdono a quien está dispuesto a perdonar también. Pero cuando me vuelvas a llamar, acuérdate de nuestra conversación, medita cada palabra que dices. Termina tu oración.

Ah, Sí, AMEN.
¿Y qué quiere decir AMEN?

No lo sé. Es el final de la oración.
Debes decir AMEN cuando aceptas todo lo que quiero, cuando concuerdas con mi voluntad, cunado sigues mis mandamientos, porque AMEN quiere decir ASÍ SEA, estoy de acuerdo con todo lo que recé.

Señor, gracias por enseñarme esta oración, y ahora gracias también por hacérmelo entender.
Yo amo a mis hijos, pero amo más a aquellos que quieren salir del error, a aquellos que quieren ser libres del pecado. Te bendigo y permanece en mi paz.

Gracias, Señor. Estoy muy feliz de saber que eres mi amigo!

POSDATA:  Se trata de un material para la reflexión y oración personal, en primer lugar. Para hacer un estudio de evangelio, Lectio, lectura creyente, revisión de vida. Para leer y reflexionar en común. Lo último del Padre Nuestro puede parecer muy simple, pero en momentos de oración personal puede ser útil. Y de todas las maneras son posibles ayudas para entrar de lleno en el mundo de la oración. Usadlas como os venga mejor.