Vasili Grossman.- «Todo Fluye»

Había leído ya “Vida y Destino”, a decir de los entendidos la obra maestra de Vasili Grossman, obra sin embargo cuya lectura entrañaba la dificultad de retener y aclararse con la multitud de nombres de los numerosos protagonistas que incluye además sus seudónimos y diminutivos.“Todo fluye” es más sencillo de leer pese a no ser una novela en sentido estricto. Podríamos decir que se trata de un relato en el que el autor compone su testamento vital, cuando él ya sabía que ni el libro anteriormente mencionado ni este los iba a ver publicados en vida.

Se trata del retorno a la vida en Rusia, tras 30 años en el Gulag, de Iván Grigórievich. La vida cotidiana, el reencuentro con los conocidos, con los seres amados, el intento de retomar la vida, de intentar entender qué es lo que le llevó al GULAG, porqué a él sí y a otros no, porqué sobrevivió cuando otros no lo hacían, porqué lo denunciaron, de qué lo denunciaron…
En definitiva es un análisis de la vida bajo el régimen leninista y el estalinista, pero no desde el punto de vista de un ruso blanco sino desde la perspectiva de un revolucionario convencido; para llegar a la conclusión de que la madre Rusia siempre acaba comiéndose a sus hijos.
Es un relato de cómo aquello que tanto se admira (Stalin y Lenin) te acaba devorando, sin poder impedirlo y sin poder entenderlo. Es un alegato de cómo estos dos personajes transformaron a los rusos para que estos siguieran siendo los mismos de siempre, unos esclavos.
Me parece un libro imprescindible que junto con  el de Stefan Zweig: “El mundo de ayer: Historia de un europeo”, nos ayuda a tener una visión más completa de lo que sucedió en Europa durante el pasado siglo; en el caso de Grossman desvelando la realidad del socialismo ruso pero no desde la perspectiva de las atrocidades del GULAG, sino desde el peso plúmbeo e insoportable del día a día.

(Editorial: Debolsillo, Barcelona, 2009, 304 páginas)

Rosario H. de T.